miércoles, 28 de agosto de 2013

Las Crónicas de Madia



Las Crónicas de Madia

Todos dicen que los piratas son ruines y malvados, pero hay piratas que buscan la justicia y la aventura, esta es la historia que Madia nos cuenta.
- Mi nombre es Madia, soy pirata, tengo 17 años y estoy en busca de aventuras; aquel chico a mi mando que está limpiando el piso con su cepillo de dientes es mi compañero de viajes Tadakata, a quien conocí de una forma muy particular, y todo empezó así:
“Hace tres días yo estaba buscando una tripulación y un barco en el puerto de Delzin, ya que por primera vez obtuve mi licencia de Capitán de Barco Pirata”.
- Yeey!!! XD
¡Por fin mi licencia de capitán de Barco Pirata!
Lástima que salí pésimo en la fotografía, ¡pero eso no importa!
Ahora con esta licencia puedo realizar todo acto ilegal de piratería que se me ocurra… XD
¡A claro! Y junto a mi licencia me regalaron un mapacherico
Mmm… Todavía no se qué haré contigo pequeño amigo…
“Para los que no lo saben…los mapachericos son animales especiales, híbridos entre mapaches y pericos, pero la historia no trata sobre él, así que no le hagan caso”.
Ok… ¡¡¡Soy tu nueva dueña y capitana!!! De aquí en adelante tu nombre será Pochizan.
Ahora lo primero… Debemos tener un barco y una tripulación… ¡Mi propia tripulación!
“Fue entonces cuando de repente vi a un chico de mi edad, el cual usaba gorra, gafas oscuras y una mochila, nada extraordinario, excepto por el hecho de que estaba siendo atacado por cinco monstruos marinos que habían subido a tierra”.
- ¿¡Qué sucede allí!?
¡Déjenlo en paz desgraciados!
“Eso fue lo que grite mientras los partía en dos con mi espada”.
- Sígueme, estarás a salvo conmigo
“Tome del brazo a este chico y nos subimos a uno de los barcos que estaban en el puerto. Mientras los monstruos que había partido con mi espada comenzaban a multiplicarse, cómo si se tratara de una clase de matemáticas”.
- ¡Es inútil!
Yo soy muy mala para las matemáticas…
No podemos seguir escondiéndonos.
¡¡¡Debemos partir!!!
“Diciendo esto y con una gran sonrisa en mi rostro levamos anclas e izamos velas, alejándonos rápidamente de los monstruos y de los dueños del barco”.
- ¡Sólo lo estoy tomando prestado!
¡Mire señor ex dueño del barco, esta es mi licencia!
“Le grite a lo lejos a los antiguos dueños de mi barco, para mi infortunio mi licencia se me escapó de las manos, pero el chico la atrapó con su frente”.
- Oye, acá dice que te llamas Madia… ¡Y eres capitana!
Muchas gracias por salvarme.- Dijo el chico.
- ¿Y dime tú cómo te llamas?- Le pregunté.
- Mi nombre es Tadakata
- ¿Y por qué te atacaban esos monstruos?
- Esos monstruos eran Tritocarpas, son capaces de vivir tanto en tierra como en el agua, Fan Renheit los envió…
- ¿Quién?
- Fan Renheit… Mi peor pesadilla
Fan Renheit es el capitán del ejército de Velform, una de las grandes potencias mundiales. Él inició una guerra secreta, en la cual yo me vi involucrado, y ahora quiere lo que le quité…
- ¿Y qué fue lo que le quitaste?
“Antes de que Tadakata terminara de contarme qué estaba sucediendo, fuimos atacados por sorpresa”.
- ¡Cuidado Madia!
“Era un monstruo aéreo, un pelotalada y nos había seguido desde el cielo”.
- ¡Fan Renheit debió enviarlo!
¡Es lo que él hace! Adiestra animales híbridos y los manda a hacer su trabajo sucio…
- Tenemos que cuidarnos de sus alas, ¡con sus aleteos crea fuertes torbellinos!
¡Nos puede echar abajo!
“El pobre de Pochizan intentó acercarse y hacerle frente, pero resulto ser un inútil después de todo… ”.
- ¡Pochizan no intentes hacerte el héroe! ¡Sólo eres una mascota decorativa!
- No te preocupes… Yo me encargaré… - Dijo Tadakata.
- ¿Tú? ¿Y qué vas a hacer? ¡Échate para atrás! Yo lo cortaré con mi espada.
“Traté de saltar lo más alto que pude para alcanzar al monstruo alado, pero fue inútil. Incluso usando a Pochizan como escalón me fue imposible acercármele, ya que se movía muy rápido. En cambio el barco había recibido mucho daño, no iba a aguantar más ataques”.
- ¡Agáchate Madia!
“Al decirme esto, Tadakata apuntó con sus manos al monstruo alado y le disparó con dos cañones de energía que sacó rápidamente de su mochila”.
- Chúpate esa…
“Tadakata se emocionó un poco y le siguió disparando al pobre monstruo durante unos minutos”.
- Cálmate, ya está muerto.
- ¡Viste, yo si podía detenerlo! ¡Lo hice añicos!
- ¿Y qué fue eso?
¿Qué son esas misteriosas armas?
- Son cañones de mano, armas tecnológicas que guardo en mi mochila.
Mi mochila aunque simple, es en verdad el arma tecnológica definitiva, de ella puedo sacar cualquier tipo de armamento que desee… sin importar su tamaño o peso.
Es lo que Fan Renheit quiere, es un armamento militar secreto que robé de su ejército.
Al robar esta mochila detuve su producción masiva.
- Mmmm… Ya veo, si esto estuviese en manos de ese Fan… no se qué, el mundo estaría en serios problemas.
- Lo malo es que él ya empezó la producción en base al prototipo arcaico, un bolso...
Debemos detenerlo, sé dónde se esconde, necesito que me ayudes a destruir su fábrica. 
- ¡¿Qué?!
- Queda muy cerca de estos alrededores, es una isla que está protegida por miles de monstruos, cientos de soldados y el mismísimo Fan Renheit, se encuentra al oeste, no hay cómo perderse.
-¿Y por qué debo ayudarte?
- ¡Madia el mundo depende de nosotros! Si no destruimos su base secreta junto con su fábrica, Fan Renheit nos matará dolorosa y lentamente con su ejército equipado de armas tecnológicas.
Y el que más va a sufrir va a ser Pochizan… Lo torturarán sin piedad…
“Pochizan se encontraba aterrado, pero sin importar el costo, yo no ayudaría de ninguna manera a Tadakata, para que arriesgar mi vida, que hagan lo que quieran con Pochizan…”
Madia no debes preocuparte ¡Tenemos la ventaja!
Las armas que yo tengo son mil veces mejores que las que tiene él, esa es la razón por la que me persigue en primer lugar.
- ¿Y por qué no vas sólo? O mejor aún llévate a Pochizan…
- Bueno, como tú digas.
“Fue en ese momento en que decidí ayudarlo, no porque me apuntara con una pistola en la cabeza, sino porque me encanta ayudar a los demás”.
“Así fue como llegamos a la base de Fan… René, era de noche y estaba muy oscuro me hubiese gustado estar en una fiesta ese momento, bailar y tomar hasta desmayarme, pero nada de alcohol aún soy menor para eso…
Lástima que Tadakata tuviese otros planes, no tan divertidos, pero igual de emocionantes y un poquito más violentos”.
“Al llegar a la isla fuimos recibidos por soldados marinos, tortruchas armadas que formaban parte de su ejército malvado. Equipados con grandes casco con tubos que les proveían el agua necesaria para que respiraran, nos dispararon con grandes cañones que sacaban de sus bolsos. Eran tan ridículos que cuando bajamos del barco los echamos de una patada”.
- ¡Vuelvan al mar!
¡Y si se atreven a dispararnos una vez más con sus cañones de juguete, los cortaré con mi espada y me los comeré como sushi!
“Todos los soldados marinos huyeron, la primera parte de nuestra misión estaba completa, sólo faltaba infiltrarnos en su base y destruirla”
- Madia escúchame atentamente, esto es lo que quiero que hagas…
“Tadakata empezó a darme ordenes como si él fuera el jefe… Lo cual no me agradó, pues aquí la persona con licencia de capitán era yo y no él…Si no hubiese sido porque se veía tan guapo le hubiese golpeado en toda la boca para que se callara”.
- ¿Entendiste Madia?
- ¡Claro!
“Asentí con la cabeza sin siquiera escuchar una palabra de lo que me dijo y partimos corriendo en dirección a la base secreta y entramos disparando en todas direcciones hasta llegar a la sala de controles”.
- No fue tan difícil, cierto Tadakata…
¿Tadakata? ¿Dónde estás?
¡Tadakata!
“Desapareció sin decirme nada y en ese momento tres soldados me emboscaron, no vi por ningún lado a Tadakata y menos a Pochizan, a quien hacía tiempo que lo había perdido de vista…
Empecé a pensar que ya habían escapado y me habían dejado abandonada.
Estaba sola y me habían tomado como prisionera”.
- Hola señorita, disfruta su estancia en nuestra prisión.
“Era un ser siniestro, malvado, despreciable y ruin, era Fan… Ring tone”.
- Entonces dígame señorita. ¿Qué le parece el calabozo?
- Pues no esta tan mal, esa rata que está en el rincón se ve muy amigable.
No te saldrás con la tuya Fan… Román ¡Sácame de aquí, soy una dama no merezco esto!
- Qué lástima…
¿Dónde está la mochila?
¡¿Dónde está mi armamento tecnológico avanzado?!
- ¡Aquí esta! ¿Lo quieres? ¡Pues toma!
“Tadakata entro heroicamente en mi rescate disparando a todo lo que se moviese con ametralladoras laser y cohetes teledirigidos.
¡Le atinó a los soldados, a Fan… Ramón y a los barrotes de mi celda, incluso le dio a Pochizan!”.
- Tadakata llegas justo a tiempo.
¡¿Dónde estuviste?!
- Llené este lugar de bombas, los planes de Fan Renheit y su guerra han terminado, nosotros ganamos.
- Wiiiii!!!
¡Qué rico! ¡Ganamos! =D
Sácame de aquí y nos iremos, por cierto…
¿Cuánto tiempo tenemos para escapar?
- Bueno, exactamente 5… 4… 3… 2… 1…
- ¡¡¡ERES UN IDIOTA!!!
(BOOOOMMM!!!)
“Y fue así como lo conocí, Fan… F…Fan… ese tipo, fue llevado a prisión y su guerra terminó, el único armamento tecnológico que existe ahora es el de Tadakata, ahora él y yo somos muy buenos amigos y claro no debemos olvidar a Pochizan quien nos acompaña…
La explosión no nos daño en lo absoluto, ya que en el último momento descubrimos un pasadizo secreto que nos saco inmediatamente de allí.
Ahora Tadakata junto a Pochizan son parte de mi tripulación, aunque sean los únicos por ahora, seguiremos teniendo aventuras”.

FIN

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